Expertos esperaban un giro en la postura de China hacia las criptomonedas, pero las recientes regulaciones de Pekín confirman lo contrario. China sigue firme en su oposición a la adopción de activos digitales descentralizados.
Desde principios de 2025, Hong Kong ha adoptado un marco regulatorio favorable para los actores del Web3, generando así una percepción de flexibilización de las políticas anti-criptomonedas de China. Varios grupos tecnológicos y financieros chinos han intentado aprovechar este nuevo impulso para probar la tokenización y exponerse a stablecoins.
Sin embargo, según un informe de Caixin Global, los reguladores de Pekín han llamado rápidamente al orden a las empresas de la parte continental, pidiéndoles explícitamente que frenen sus actividades relacionadas con criptomonedas offshore. La administración central ve con muy malos ojos el uso de Hong Kong como puerta de entrada para eludir las prohibiciones vigentes.
Las grandes empresas tecnológicas y los bancos públicos chinos han recibido instrucciones de detener por completo sus iniciativas relacionadas con Bitcoin, Ether o cualquier stablecoin. Esta llamada al orden no constituye una sorpresa, dado la postura histórica de China frente a las criptomonedas, con una sucesión de prohibiciones desde 2013.
A pesar de la aparente tolerancia observada en Hong Kong, la China continental sigue firmemente opuesta a cualquier adopción significativa de los activos digitales descentralizados. El énfasis se pone especialmente en la prohibición a los bancos estatales de solicitar una licencia de stablecoin en Hong Kong, ya que estos activos se perciben como una amenaza a la soberanía monetaria.
Las razones de esta resistencia son múltiples: preservación de la estabilidad financiera interna, voluntad de controlar los flujos de capital, lucha contra la especulación y la evasión de capitales, reducción de la dependencia del dólar estadounidense. Aunque China experimenta intensamente con la blockchain, sería erróneo interpretar esto como un apoyo a las criptomonedas abiertas y descentralizadas.
A diferencia de Europa, que muestra un esfuerzo por una estructuración responsable, Hong Kong representa solo un escaparate semiautónomo, pero bajo la estricta vigilancia de Pekín.
El revuelo mediático en torno a un posible giro «pro-cripto» de China está fuertemente exagerado. Las criptomonedas siguen siendo persona non grata en el continente chino. Las empresas que intentan aumentar su exposición a los activos digitales a través de jurisdicciones vecinas se exponen a fuertes represalias.
En este entorno, los inversores y actores en criptomonedas deben abordar las «noticias» procedentes de Asia con ojo crítico, teniendo en cuenta la profunda división entre Hong Kong como plataforma oportunista y la China continental ultraregulada.
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Charles Ledoux es un especialista en Bitcoin y en las nuevas tecnologías blockchain. Graduado de la Crypto Academy y minero de Bitcoin desde hace más de un año, ha escrito numerosas masterclass para formar a nuevos inversores en la industria, además de más de 2.000 artículos sobre el sector. Ahora, busca compartir su pasión por las criptomonedas a través de sus artículos en InvestX.
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