El lanzamiento de Monad (MON) prometía ser revolucionario para la blockhain layer-1. Sin embargo, apenas cuatro días después de su debut, la criptomoneda ha sufrido una corrección del 47%, recordando el colapso histórico de Pi Coin. Los indicadores técnicos muestran una situación aún más inquietante debajo de la superficie.
La comparación entre Monad y Pi Coin no es baladí. Ambos proyectos layer-1 se beneficiaron de un considerable revuelo mediático antes de su lanzamiento, seguido de una espectacular subida inicial y después de un desplome tan rápido como inquietante. Pi Coin perdió el 86,57% de su valor en las seis primeras semanas tras su listado y ahora registra una caída de más del 91% respecto a su máximo posterior al lanzamiento. ¿Está Monad siguiendo la misma trayectoria catastrófica?
El contexto macroeconómico juega en contra de MON. Mientras que Pi Coin se lanzó en un mercado cripto relativamente dinámico a principios de año, Monad desembarca en un entorno marcado por una liquidez en mínimos y dificultades persistentes para que los activos principales mantengan su impulso. Esta configuración amplifica naturalmente la presión vendedora sobre los nuevos tokens, especialmente aquellos que muestran una volatilidad elevada desde sus primeros días de trading.
El Chaikin Money Flow (CMF) de Monad cuenta una historia inequívoca desde su estabilización a finales de octubre. Este indicador, que mide la intensidad de los flujos monetarios entrantes y salientes, se ha desplomado más de un 270% desde el 27 de octubre y evoluciona mayoritariamente en territorio negativo. Una lectura por debajo de cero significa que los inversores institucionales y los grandes tenedores están retirando sus capitales en lugar de sostener el precio.
Esta fuga de capitales del smart money no ha pasado desapercibida. Arthur Hayes, figura emblemática del trading cripto y cofundador de BitMEX, ha expresado públicamente sus dudas sobre la viabilidad de Monad, señalando directamente estas salidas masivas de fondos. Su escepticismo resuena con más fuerza aún cuando declara no tener «convicción de que se trate de una blockchain legítima».
El CMF de MON se encuentra ahora estancado cerca de sus mínimos históricos desde el lanzamiento del token. Esta situación refleja casi exactamente la de Pi Coin en sus primeros veinte días de existencia, cuando el CMF se había hundido cerca de un 330% antes de que el precio entrara en una espiral bajista prolongada. La ausencia de retorno de grandes inversores constituye una señal de alarma importante para cualquiera que considere una posición en Monad.
El Bull Bear Power (BBP), que mide el equilibrio de fuerzas entre compradores y vendedores, remata el clavo. El indicador se inclina masivamente del lado bajista, confirmando que los bears controlan totalmente la dinámica actual. Cuando el BBP permanece profundamente negativo mientras el CMF continúa debilitándose, los rebotes técnicos suelen ser efímeros y poco convincentes.
La estructura de precio de MON en el marco temporal de 4 horas dibuja una tendencia bajista clara desde el 26 de noviembre. Cada intento de rebote fracasa en invertir la pendiente descendente, transformando el gráfico en un simple mapa de proyección de niveles de extensión bajistas sucesivos.
Si Monad rompe el soporte de 0,021 dólares, el próximo objetivo técnico se sitúa alrededor de 0,019 dólares, es decir, una caída adicional de cerca del 17% respecto a los niveles actuales. En un escenario donde los flujos monetarios permanezcan anémicos y la presión vendedora intacta, una extensión hasta 0,013 dólares no es descartable. Este nivel puede parecer extremo, pero Pi Coin demostró bien que una caída prolongada es posible después de un lanzamiento fallido.
Para contemplar un giro alcista creíble, MON debe reconquistar varias resistencias clave. Un retorno por encima de 0,029 dólares estabilizaría temporalmente la estructura, pero solo constituiría un primer paso. El verdadero cambio de régimen necesita un cierre por encima de 0,039 dólares y después de la barrera psicológica de 0,040 dólares.
Una ruptura más allá de estos umbrales rompería la línea de tendencia bajista actual y podría restaurar un mínimo de confianza entre los traders. Esto debilitaría mecánicamente la comparación con la trayectoria desastrosa de Pi Coin y abriría el camino a una fase de consolidación constructiva. Sin embargo, en la configuración actual, con los vendedores al mando y flujos institucionales en retirada, el camino de menor resistencia apunta claramente hacia abajo.
Los volúmenes de negociación también revelan una participación en declive, otra señal de desinterés creciente. Sin un catalizador fundamental fuerte o mejora del sentimiento general en el mercado cripto, Monad corre el riesgo de continuar purgando su valoración inicial excesiva durante varias semanas más.
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Charles Ledoux es un especialista en Bitcoin y en las nuevas tecnologías blockchain. Graduado de la Crypto Academy y minero de Bitcoin desde hace más de un año, ha escrito numerosas masterclass para formar a nuevos inversores en la industria, además de más de 2.000 artículos sobre el sector. Ahora, busca compartir su pasión por las criptomonedas a través de sus artículos en InvestX.
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