El mercado cripto se mantiene activo: decisiones políticas europeas, señales monetarias de EE. UU. y avances regulatorios están marcando la pauta. Estos acontecimientos moldean el futuro de las carteras y las finanzas descentralizadas.
El gobierno alemán intensifica sus discusiones en torno a la fiscalidad cripto, un tema candente que divide a los actores del sector. Varios parlamentarios reclaman una clarificación de las normas aplicables a las ganancias de capital procedentes del trading y del staking, mientras que la administración fiscal alemana endurece su posición sobre la declaración de ingresos cripto.
Esta evolución regulatoria podría sentar un precedente a escala europea. Alemania, peso pesado económico de la UE, impone a menudo estándares que otros países terminan adoptando. Los traders alemanes observan con atención la posibilidad de una reducción del periodo de tenencia exento de impuestos, actualmente fijado en un año para los activos no stakeados.
Para los inversores franceses, esta actualidad merece especial atención. Si Berlín adopta un enfoque más estricto, Bruselas podría armonizar las normas fiscales cripto a nivel comunitario. El mercado suele reaccionar con volatilidad ante este tipo de anuncios, creando oportunidades de trading a corto plazo para los más ágiles.
La Reserva Federal estadounidense ha dado indicaciones cruciales sobre su política monetaria esta semana, y el mercado cripto ha reaccionado inmediatamente. Las declaraciones de Jerome Powell sugieren una posible pausa en el ciclo de subidas de tipos de interés, un escenario alcista para activos de riesgo como Bitcoin y Ethereum.
El BTC ha mostrado una recuperación técnica por encima de los 110.000 dólares, probando una resistencia clave que los analistas vigilan desde hace varias semanas. Esta dinámica se explica por la correlación histórica entre la política monetaria acomodaticia y el rendimiento de las criptomonedas. Cuando los tipos bajan o se estabilizan, la liquidez fluye hacia activos alternativos.
Los inversores institucionales parecen anticipar este cambio de paradigma. Los volúmenes de entrada en los ETF Bitcoin al contado estadounidenses han progresado de manera significativa, dando testimonio de un renovado apetito por la exposición cripto. Esta tendencia podría amplificarse si la Fed confirma su giro dovish en los próximos meses.
El Banco Central Europeo ha dado un paso decisivo en el desarrollo de su CBDC, el euro digital. Christine Lagarde ha presentado un calendario detallado que prevé una fase de pruebas ampliada desde 2025, con un despliegue comercial potencial en el horizonte 2027-2028.
Esta iniciativa plantea cuestiones fundamentales para el ecosistema cripto. El euro digital podría competir directamente con las stablecoins como el USDC o el DAI en territorio europeo, modificando los flujos de liquidez en la DeFi. Los protocolos descentralizados deberán adaptarse a este nuevo panorama regulatorio y tecnológico.
Paradójicamente, este anuncio podría legitimar aún más las criptomonedas a ojos del gran público. Al reconocer el valor de la tecnología blockchain, incluso bajo forma centralizada, el BCE contribuye a normalizar el uso de activos digitales. Los puristas de la descentralización verán en ello una apropiación, pero los pragmáticos anticiparán los puentes posibles entre finanzas tradicionales y DeFi.
Francia ha adoptado recientemente una modificación controvertida del IFI (Impuesto sobre el Patrimonio Inmobiliario), rebautizado como «impuesto sobre la riqueza no productiva», votado el 1 de noviembre de 2025. Esta medida impone una tasa anual del 1% sobre activos que superen los 2 millones de euros, incluyendo oro, monedas, criptomonedas, objetos preciosos (arte, muebles, yates) y liquidez en seguros de vida. Apunta especialmente a los ahorradores que utilizan el oro y Bitcoin como protección contra la inestabilidad económica, sin excepción para las criptos utilizadas profesionalmente.
Las consecuencias para los poseedores de criptomonedas en Francia son severas: declaración obligatoria de todas las carteras a las autoridades fiscales, ventas forzosas anuales para cubrir el impuesto si faltan liquidez, y un precedente político que puede rebajar el umbral de los 2 millones de euros. Esta iniciativa asimila las criptomonedas a reservas improductivas, ignorando su utilidad económica, una elección que Eric Larchevêque califica como «error ideológico mayor».
Los críticos ven en ello un ataque a la soberanía financiera, especialmente cuando monedas privadas como Zcash ganan terreno frente a un control gubernamental creciente. Esta política podría empujar a los amantes de las criptos hacia jurisdicciones más clementes, acelerando la adopción de soluciones de finanzas descentralizadas.
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Charles Ledoux es un especialista en Bitcoin y en las nuevas tecnologías blockchain. Graduado de la Crypto Academy y minero de Bitcoin desde hace más de un año, ha escrito numerosas masterclass para formar a nuevos inversores en la industria, además de más de 2.000 artículos sobre el sector. Ahora, busca compartir su pasión por las criptomonedas a través de sus artículos en InvestX.
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