Mientras el mercado de criptomonedas retrocede, las ballenas entran en acción. Los principales tenedores han acumulado más de 1,2 mil millones de dólares en Bitcoin y Ethereum esta semana, aprovechando la incertidumbre de los pequeños inversores. ¿Por qué estas grandes entidades compran la baja con tanta convicción? ¿Qué señales augura esto para el mercado?
La métrica «Bitcoin : Demanda Aparente (suma de 30 días)» de CryptoQuant ha capturado una reversión espectacular. Entre el 6 y el 8 de noviembre, la demanda neta de Bitcoin pasó de -79.085 BTC a +108.582 BTC, lo que supone un movimiento de casi 188.000 BTC en tan solo dos días. Este movimiento representa el pivote más fuerte de demanda registrado en el indicador este año.
Esta métrica compara la producción minera de Bitcoin con los comportamientos de los poseedores a largo plazo (LTH). Filtra los movimientos especulativos para aislar la acumulación estructural real. A diferencia de los volúmenes de intercambio que pueden ser manipulados, los flujos on-chain revelan las transacciones reales en la blockchain.
El paso del territorio negativo al positivo constituye lo que los analistas llaman un «pivote de demanda». Históricamente, estos eventos suelen preceder rallies significativos. El indicador se había mantenido negativo desde el 8 de octubre, justo antes del crash del 10 de octubre. Su retorno a zona positiva el 7 de noviembre sugiere que los institucionales aprovecharon la corrección para reforzar sus posiciones a precios atractivos.
La amplitud del movimiento indica una participación importante de las ballenas. Los pequeños inversores no generan tales volúmenes. Esta acumulación silenciosa, lejos de los focos mediáticos, suele diseñar las bases de los próximos bull runs.
El analista ShayanMarkets de CryptoQuant ha identificado un resurgimiento de la actividad de las ballenas en Ethereum durante la caída reciente hacia los 3.200 dólares. El gráfico de órdenes de ballenas muestra una concentración de compras similar a la observada en el mínimo de abril pasado, un nivel que había marcado el inicio de un rebote de más del 40%.
Los grandes actores del mercado están claramente reintegrando su exposición mientras que el sentimiento retail sigue frágil. Esta divergencia entre smart money y retail es un patrón clásico en los puntos de inflexión del mercado. Las ballenas compran el miedo mientras la multitud vende.
Si la zona de soporte entre 3.000 y 3.400 dólares se confirma como base estructural, Ethereum podría entrar en una fase de acumulación con baja volatilidad. Esta consolidación prepararía el terreno para un impulso alcista hacia la horquilla de 4.500 a 4.800 dólares, lo que supone un potencial de subida del 35 al 45% desde los niveles actuales. Los traders vigilan de cerca el volumen y el comportamiento de las direcciones de ballenas para confirmar este escenario.
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